Siempre me han enseñado que lo prometido es deuda, así que aquí va el final del cuento de Rita. Espero que os sirva como a mí, pues gracias al trabajo desde esta historia mis piruletinas han aprendido montón de cosas sobre el mundo de las abejas.
Durante la visita a la colmena de su amiga Pepa, sucedió algo curioso. Rita empezó de repente a notar algo de calor e inmediatamente un aire muy fresquito se sintió , volviendo a estar genial. Entonces Rita preguntó a su amiga:
- Hace un rato empezaba a sentir mucho calor, pero , ahora, está muy fresquito y agradable,¿Han abierto alguna ventana?
Pepe se rió y dijo:
-¿Ventana? ¿Qué es eso? En mi colmena , cuando hace calor, todas las hermanas obreras nos juntamos y batimos las alas, así refresca todo.
-¡Oh! ¡Como el abanico de mi abuelita! Es como si todas las amigas de mi abuelita batiesen su abanico a la vez'Qué fresquito!!
- Si. La reina quiere que haya siempre una temperatura agradable àra que los huevos y las larvas estén cómodos y crezcan.
De pronto, Rita dijo:
-Pepa, ¿Quién es esa abeja tan gordita que no para de bailar alrededor de...¡oh! ¿es la reina! y lleva corona...!!!
Pepa se reía al ver la cara de susto de su amiga y le explicó:
-Pues claro que es nuestra reina. ella dirige el panal, pone los huevos y da las órdenes para que todo funcione. El gordito es el Zángano.
-¿El Zángano?
-Si. Quiere ser el novio de nuestra reina, por eso baila sin parar delante de ella, a ver si la enamora. Pero, ahora, nos vamos Rita. Hay que salir a seguir recogiendo polen.
Cuando el árbol sabio vió a Rita trabajando como una auténtica abeja obrera, recogiendo polen para llevar a la colmena, comprendió que la niña ya había aprendido la lección, que ya sabía lo importantes que eran las abejas y :
-CATAPLÍS, CATAPLÁS
A SER NIÑA VOLVERÁS!
Rita volvía a ser una niña!!!
En ese momento apareció su papá:
-Rita, vamos, no te quedes atrás. Aquí mismo está Luis, mi amigo el apicultor que quiere enseñarte sus panales. ¡Vamos!
Al llegar Rita vio al apicultor con una máquina que echaba humo a las abejas y la niña grito:
-No, que les hará daño a mis amigas.
El apicultor le explicó que simplemente le servía para apartarlas y poder coger la miel.
Rita no estaba muy convencida, pero sabía que la miel era muy sana y...¡estab tan buena...! que escuchó su explicación con atención y no volvió a interrumpir.
Cuando volvían a casa , Rita le fue contando a sus padres muchas cosas de las colmenas, la vida de las abejas obreras, la reina, el zángano, las larvas,...
Su madre no salía de su asombro y le comentó:
-Rita, estoy orgullosa de tí. Escuchaste con mucha atención al apicultor.
Rita sonrió y guiñó un ojo a Pepa. Ella no había escuchado, había vivido dentro de la colmena.Pero eso era un secreto entre ella y Pepa.
Y colorín colorete por la chimenea salió un cohete.
claro y contundente, gracias por abrirme los ojos y ver la luz
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