miércoles, 9 de noviembre de 2011

LAS ABEJAS SIGUEN CON NOSOTROS Y NOSOTRAS...

Antes de comenzar la entrada de hoy, me vais a permitir daros las gracias a todos y todas los que de un modo u otro participáis de este baúl. Hoy me ha alegrado enormemente al abrirlo y descubrir que superamos las 3.000 visitas y ya tenemos 30 seguidores. Gracias a todos. Y ahora os voy a contar. 
Ayer no tuve tiempo de entrar pues estoy muy liada con los dibujos y murales del proyecto que nos ocupa, pero creo que nos está quedando bastante  bien,y lo disfrutaremos todos y todas muchísimo. Por lo pronto hemos empezado con un cuento , del que sólo conté el principio, y que yo misma elaboré pensando en mis piruletillas y en como meterlas dentro de la aventura. Aquí os dejo ese principio que vamos contando. El resto según lo vayamos viendo en clase:




Rita es una niña bastante desobediente y un pelín caprichosa. Cuando su mamá y su papá decidieron , un día de otoño, salir al bosque próximo con ella para contemplar la naturaleza en otoño y coger castañas, lo primero que le dijeron fue:
 - Rita, no te quedes atrás, no te pares sin avisarnos y no te despistes.
Claro que a ella le dio igual. En cuanto vió unas flores, allá que fue a recogerlas. Pero allí estaban trabajando unas obreras muy especiales. Eran las abejas de una colmena próxima, que al ver a Rita llevarse sus flores comenzaron a volar a su alrededor. La niña  comenzó a gritar:
- Dejarme en paz!! ¡Qué asco! Bichos horribles, no servís para nada! ....


Entonces, el árbol mágico del que colgaba la colmena, decidió darle un escarmiento, y dijo las palabras mágicas:
- ¡¡CATAPLÍS, CATAPLÁS,
EN ABEJA TE CONVERTIRÁS!
En ese momento, Rita se dió cuenta que estaba empezando a hacerse más pequeña,... y su cuerpo se ponía redondito y cubierto de unos pelos amarillos y negros, y tenía alas, y antenas y seis patas...
Rita gritaba y lloraba .Estaba muy asustada.


Entonces se le acerco una abejita y le dijo:
-Hola, y tú ¿Por qué lloras?
- ¿Por qué lloro? ¿ Es que no me ves? Soy una abeja. La abeja Rita.
- Pues vale. Y yo soy una abeja. La abeja Pepa. Y no soy una llorona.
- Ya, pero es que yo era una niña hasta hace un momento que ese tontorrón de árbol me convirtió en abeja. Ahora no puedo ir con mis padres , ni a mi casa, ni nada.
-Bah!! Por eso no te preocupes. Vendrás a mi casa. Somos muchas y nos llevamos muy bien. Lo único son las abejas guardianes que no dejan entrar en la colmena a ninguna abeja desconocida. Pero haz lo mismo que yo y no se enterarán, Entraremos juntas. Ahora mete en la boca todo el polen de esas flores que puedas y sígueme . Y no llores...



Así lo hicieron, y de ese modo, Rita pudo entrar en la colmena. Una vez allí, Rita quedó boquiabierta con lo que veía, y su amiga le contaba:
- Mira, ¿Ves esas de casco verde? Son mis hermanas y están construyendo más celdillas para poner el polen con cera. La que tienen en brazos a los bebés larvas son las que las cuidan y les dan jalea real para que crezcan. Allí están limpiando porque la reina quiere que esté siempre brillante, y como ves, todo el rato llegan nuevas abejas con más polen para llenar las celdillas. Pronto se convertirá en jalea real y en miel.




La niña no salía de su asombro, y Pepa le explicó que quien dirigía todo aquello era la reina, y que pronto la conocería.


El cuento,que estaba esperándonos en el baúl mágico junto a los dibujos de las abejas para nuestras ventanas, nos sirvió para iniciar el tema tras una primera puesta en común de lo que sabíamos de las abejas:

  • "mi papá las cuida, y hace miel.
  • pican mucho
  • comen miel
  • duelen 
  • son negras
  • vuelan
  • no pican si llevas un traje especial
  • no me gusta nada la miel
  • los osos comen miel , como Winnie the Pooh"
Todo esto fue lo que sabían de las abejas antes de comenzar el proyecto. Así quedaron nuestras ventanas:




Y luego, entre todos preparamos las celdillas para elaborar nuestro mural:las coloreamos con el rodillo y las punzamos:












Mientras , hemos iniciado la elaboración el mural con la incorporación del señor apicultor, que hoy estaba ya manos a la obra:


Ahora, toca que cada piruletilla de infantil pegué su propia abeja.


Pero dentro del baúl mágico había algo más, que convirtió a mis peques en auténticos científicos, y si no me creéis, aquí los podéis ver:









Como veis, una lupa y unas abejas nos dieron, y nos siguen dando mucho juego.
Y mañana más...

3 comentarios:

  1. Me ha encantado el cuento espero que a los que seguimos tu blog nos cuentes como termina la historia de la abeja Rita.
    ¡que bien pintan estos niños!

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  2. Se ve que los niños están encantados, y eso que son abejas...
    un abrazo.

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  3. Tienes razón:¡ son abejas!La verdad es que aunque parezca a primera vista que no es un animal que pueda llamarles mucho la atención, lo cierto es que es cuestión de motivarles y hacerles divertido cada paso que damos.Ahora ya entran por la mañana preguntando que le pasará a Rita y siempre hay alguien con la lupa en la mano viendo las abejas. ¡les encontramos el "pincho" con el que nos pican!La verdad es que resulta increible que con tres años estén tan involucrados en la experiencia.

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