Desde mi experiencia puedo decir que el periodo de adaptación en educación infantil es FUNDAMENTAL. Es un tiempo en el que nuestros peques se van acostumbrando al cole , a la profe, a los amigos, a su nueva aula, y , en general tanto a los nuevos espacios como a las personas que le acompañarán en esta andadura, adultos o iguales.
Este año en concreto lo he podido constatar aún con más claridad. Dada la redacción de las instrucciones de principios de curso, era prioritario que un alumno que se incorporase el primer día siguiése haciéndolo todos los días siguiente. Bien, a fin de que el tiempo en el aula no fuese excesivamente corto y nos impidiese hacer efectiva la adaptación ,tuvimos que elaborar un diseño que cumpliese con nuestros objetivos para este tiempo y a la vez con la normativa de inicio de curso. Resultado: En los tres grupos de tres años del Centro hemos constatado que un grupo tiene más dificultades a la hora de incorporarse debido a un tiempo demasiado corto, a que no hubo posibilidad de organizarlo de otro modo y a que ese grupo en concreto tuvo menos tiempo para esa entrada relajada, lenta, flexible, personalizada y serena que todos los que nos dedicamos a la educación infantil sabemos que es IMPRESCINDIBLE para el buen desarrollo de las sesiones.
Pues, con todo y con eso, vamos cumpliendo nuestros objetivos: Conseguir que los peques incorporen a sus tutoras dentro de ese reducido grupo de personas de referencia que a su edad tienen, lograr que sus iguales formen parte de su día a día, sentir que el colegio, concretamente su aula es el refugio del guerrero y no el campo de batalla, disfrutar de cada momento, participar del juego, y ver en sus caras la ilusión ante una historia nueva, un relato sorprendente, una conversación con alguna mascota ( esas que hablan con la voz de la profe, pero que cuentan historias del aula mucho más interesantes que ella),... en fin , que disfruten de su tiempo en clase.
Tras lo dicho, os contaré a qué dedicamos el tiempo hoy. Llegamos con un día expléndido, que dado lo que escasea el sol por estos lares había que aprovecharlo sin dilación. Tras comentar lo que hacemos cuando el día está soleado y cantar cancinoes al sol, solito, nos lanzamos a la aventura de la pintura de dedos. Es gratificante para ellos y les ayuda a perder el miedo al garabateo, les anima a concentrar su atención en lo que quierren colorear y les divierte, sobre todo les divierte. A mí me da pautas de su expontaneidad, su creatividad, su exceso de miedo al fracaso, ... y otras muchas enseñanzas que cada día sacamos de sus actividades. Aquí os dejo una muestra de nuestras obras de arte.
Y tras el trabajo, muy duro, de nuestros pequeños artistas, un momento de relax...
Y mañana, más contentos aún que hoy, con más ganas, y dispuestos a pasárselo genial. Y si alguno siente pena de la separación a la entrada, os puedo asegurar que le dura un suspiro y después ¡¡ a disfrutar!! que es lo que toca.
¡Hola Yolanda! Aunque soy de primaria, también he pasado por inafnatil y considero el periodo de adaptación importantísimo. La actividad de crear con los dedos muy estimulante, a los niños les gusta mucho, y me parece una agradable manera de iniciarse en el cole. Que tengas un feliz curso con todos. Un abrazo
ResponderEliminar¡Cómo me gusta ver estos inicios! Todo son nuevas experiencias, muy intensas pero necesarias para llegar a conocerse bien. El P.A. es una etapa que nos asusta un poco siempre pero que sin él no llegaríamos a otras etapas que llegan detrás.
ResponderEliminarTodo hay que vivirlo, y si es con intensidad, mejor. Muchos besos
Pues sí, es cierto que como madre, cuando no estas dentro de la educación, el periodo de adaptación asusta un poquito, pero, como se puede ver los resultados finales a corto y medio plazo dependen en gran medida de ese periodo. Ahora, seguro que viendo las fotos muchos padres y madres pueden entender un poco mejor los motivos de éste tiempo de incorporación.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. Anima mucho a seguir con el blog.