¡¡ UNA SEMANA MÁS...!!!

Una nueva semana de nuestro periodo de adaptación y, poco a poco, vamos situándonos en el cole y en la clase.

No siempre este avance significa que ya no lloramos y entramos todos felices. Son muchas las ocasiones en que avanzar significa todo lo contrario: Si un niño o niña entra al cole "resignado", no disfruta, ni se integra, ni manifiesta sus emociones para que podamos intervenir en ellas, simplemente no llora porque así se lo han dicho los adultos: "no puedes llorar, eres muy mayor" , "solo lloran los bebés", "nada más que lloran las niñas, tú no..." o porque su hermano o hermana mayor o sus primos o el vecino... van al cole y no lloran ; o cualquier otra de las innumerables razones que los adultos, con muy buena intención, y no mucho acierto procuramos dar a estas personitas que llegan al cole por primera vez.

Y digo por primera vez convencida. El hecho de ir a la guardería no es significativo para el ingreso en el Colegio. Las primeras tienen unas circustancias particulares, una estructura diferente y un tipo de actuación que  muy pocas veces va a coincidir con la del colegio y que en muchas ocasiones hace que una vez los pequeños ingresan al Centro y comparan, prefieran su "guarde". Ninguna es mejor ni peor, simplemente son diferentes, y a los niños les toca adaptarse a las nuevas circunstancias y empezar a interiorizar las reglas que le acompañarán a lo largo de su escolaridad en el Centro elegido.Por lo tanto las condiciones de ingreso para los que vienen de la guarde y los que vienen de su casa, contrariamente a lo que pueda parecer, no son muy diferentes. Todos se tienen que ADAPTAR a una nueva situación.

Dicho esto, si uno de nuestros peques ha entrado serio, pensativo, sin hablar, pero su mamá o papá se iban contentos porque no lloraba y ahora resulta que empieza a llorar; ¡No pasa nada!! mucho mejor que ahora llore. Eso significa que empieza a exteriorizar sus emociones, que es capaz de demostrar sus sentimientos y que está lo suficientemente bien como para que no le importe expresar lo que siente al separarse de su familia y acompañar a su profe. Esta, ya no es una desconocida con la que no quiere ir pero a la que no quiere "enfadar???", llorando. Ahora no le preocupa que todos sepan que no quiere ir al cole. Bien, ese es un buen punto de partida. Ahora entre todos le arroparemos para que disfrute de su espacio, haga amigos y amigas,...y sea superfeliz, que es lo que al final todos deseamos.

Dicho esto, os contaré lo que ha sido esta semana en nuestra clase: El OTOÑO nos ha invadido, así que la nueva estación ha sido la protagonista de estos últimos días. La decoración de la clase ha cambiado para adaptarse al nuevo tiempo, los colores amarillos y marrones nos han dado pie para protagonizar nuestros trabajos y reconocerlos jugando a veo, veo en la clase.Además, las poesías y canciones sobre la nueva estación ya están incorporadas a nuestro repertorio. Hemos coloreado hojas marrones, amarillas y naranjas para adornar la clase, cantamos al barrendero, y hablamos sobre las características del otoño.

Pero la próxima semana el grupo será más numeroso. Entrarán juntos todos los niños y niñas ,y ... estaremos más tiempo en el cole. Entre otras cosas, ya tendremos un tiempo en el horario para el tentempié de media mañana.

Recordar que no valen chuches, que lo mejor un pequeño pincho, fruta, galletas,... no bebibles que luego no acaban y se tiran casi enteros, ni tampoco yogures,...

Y, para empezar a trabajar los hábitos, el viernes elaboramos nuestros MANTELES PARA EL TENTEMPIÉ. Cada uno lo decoró a su modo, dibujando , con gomets diversos,... Luego los plastificaremos y el lunes tendrán su mantel individual. Ahora podéis ver lo emocionados que estaban preparándolos:

Pero, además, nos dió tiempo a cantar:

Y, por supuesto a aprender a hacer un tren para salir , con nuestros vecinitos de la clase de al aldo:

Y, la próxima semana más cosas de nuestro peques. Recordar que vamos todos y todas de 9:30 a 12:30, y que llevaremos tentempié. Y bajaremos al recreo, pero NO VAYÁIS A MIRARLOS, se creerán que es la hora de salir y les provocaréis una angustia innecesaria. ¡Sólo tienen tres años! No lo olvideis.