lunes, 5 de marzo de 2012

LA MOTIVACIÓN

Hoy voy a hablar de un aspecto metodológico que ,para mí, es fundamental en todas las etapas del proceso educativo, desde infantil hasta el momento en que los alumnos hayan adquirido una madurez suficiente para mantener el estudio como hábito y como puente hacia su futuro que, en ocasiones, se retrasa incluso hasta el final de la secundaria, momento en que , por la carga psicológica que conllevan los múltiples cambios que están experimentando, unas palabras de ánimo, unas décimas en una nota o un alago sincero de un profesor, les llevaría a cotas bastante más altas en su esfuerzo y en su rendimiento. A los profesionales que trabajan en secundaria no los vamos a poder cambiar y lo de la motivación les debe sonar algo snob, pues para ellos y ellas , su teoría para que  sus alumnos y alumnas se  involucren y animen en el estudio consiste más bien en bajar notas, castigar con suspensos o "machacar" con múltiples amenazas, que unas veces se hacen realidad y otras no...¡dependiendo...!

Bueno, pues ahora voy a nuestra realidad, la que empieza a los tres (a veces dos) años, y acaba a los seis. Para estos peques, las cosas suceden porque sí y a nosotros nos toca ayudarles a buscar una solución diferente del "porque sí".
Existen múltiples teorías motivacionistas,teorías homeostáticas,cognoscitivas, humanistas,... y numerosos autores que defienden la motivación como un pilar imprescindible en el desarrollo del ser humano como Hull o Maswell. Pero, aparte de estas teorías, yo confío plenamente en la motivación como punto de partida para todo lo que hago con mis piruletillas.
 A estos peques , que con sus ojillos quieren comerse el mundo, somos capaces de ayudarles a construiir todos aquellos aprendizajes que nos propongamos, siempre que seamos capaces de captar su atención, cosa que evidentemente se logra motivando. Si quiero trabajar las abejas, tendré que partir de una abeja, que llegue a clase, que nos cuente su historia, que aparezca el apicultor... si quiero llevarles al polo a conocer a los esquimales, nada mejor que vivir como ellos, dentro de un iglú que fabricamos y pescar en un agujerito en el hielo,... en este momento que quiero que conozcan a Miró, empezamos con un simple triángulo que cada niño y niña coloreo y picó, que con todos ellos hemos elaborado un cuadro y hemos descubierto un pintor que también los utilizaba. Siempre, siempre, esa idea de buscar algo, de descubrir y de construir, ver, oler y tocar,... y sentir que es la profe la primera que vive la historia, meterse con ellos dentro de la fuente de motivación, animando y estimulando la idea de crecer y aprender es, sin duda, la mejor forma de llegar a una buena meta.

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